miércoles, 12 de agosto de 2009

Aditivos altamente tóxicos potencian el daño de las drogas

Traficantes los usan para "hacer rendir" su mercancía:
Aditivos altamente tóxicos potencian el daño de las drogas
El 80% de la cocaína que se vende en Chile está mezclada con sustancias que afectan gravemente el corazón, hígado y riñones, según un análisis del ISP.  

Pamela Elgueda T.
http://diario.elmercurio.com/2009/08/06/ciencia_y_tecnologia/ciencia_y_tecnologia/noticias/27934FD3-B310-4F6E-B1A7-FC19970BF71C.htm?id={27934FD3-B310-4F6E-B1A7-FC19970BF71C}

Un producto que lleva 20 años prohibido en Chile por su alta toxicidad renal y hepática. Anestésicos locales que en altas concentraciones producen arritmias cardíacas severas y convulsiones. Pegamentos que por su efecto cancerígeno no se venden en el país.

Ése es el tipo de químicos que los traficantes utilizan para "hacer rendir" la cocaína, la pasta base y la marihuana que venden en el país. Un estudio elaborado en 2007 por Boris Duffau, químico farmacéutico y perito del Instituto de Salud Pública (ISP), mostró que el 80% de las dosis de cocaína estaban mezcladas con este tipo de sustancias, lo que no ha variado.

"Acá en Santiago hemos encontrado incluso papelillos que contienen 1% de cocaína y el otro 99% son adulterantes. Eso significa que el adicto debe consumir muchas dosis para conseguir el efecto que desea, lo que aumenta seriamente su riesgo tóxico", advierte la químico farmacéutico Patricia Muñoz, jefa del subdepartamento de Sustancias Ilícitas del ISP.

Infarto y convulsiones

En las muestras de drogas, explica Duffau, se hallan diluyentes (como harina, yeso, talco u otro polvo blanco) que no tienen consecuencias.

Pero también se le agregan sustancias químicas que "pretenden asemejar algunos de los efectos de la cocaína", explica el perito. Se trata de anestésicos como lidocaína, benzocaína y procaína que provocan adormecimiento de los labios, al igual que la cocaína.

Altas dosis de estas sustancias pueden producir arritmias cardíacas severas o convulsiones.

Y a eso hay que agregar que para simular el efecto de estimulación, los traficantes agregan clorhidrato de cafeína y también efedrina. Ésta es usada (cada vez menos) en descongestionantes nasales y está en la lista de sustancias controladas por la ley de drogas chilena. La razón: es utilizada para fabricar sustancias sintéticas, muy adictivas.

La efedrina tiene efectos similares a la cocaína, porque aumenta la frecuencia cardíaca, la función respiratoria y la presión arterial. "En dosis altas puede producir angina de pecho en una persona sana y joven, es decir, un dolor semejante al de un infarto. Y si se une a la cocaína, el efecto se potencia y empeora", dice el doctor Enrique Paris, director del Centro de Información Toxicológica de la U. Católica (CITUC).

En las muestras de pasta base de cocaína, los peritos han encontrado fenacetina y aminopirina. La primera, más frecuente en las dosis, "está prohibida en Chile desde hace 20 años", apunta Boris Duffau, y la segunda, materia prima de la dipirona, tampoco se vende en el país.

"La fenacetina puede producir alteraciones en el hígado, más aún si la persona que consume pasta base toma paracetamol, porque la fenacetina es la materia prima de ese analgésico", agrega el doctor Paris. La aminopirina, en tanto, es tóxica para los riñones y produce una baja en los glóbulos blancos.

A todo lo anterior se pueden agregar los pegamentos industriales que le agregan a la marihuana para prensarla. "Tolueno, prohibido en Chile, y benceno producen daño a largo plazo en el sistema nervioso central. El benceno está asociado a la aparición de leucemia e incluso a la destrucción de la inmunidad celular", concluye Paris.

"En el clorhidrato de cocaína hemos hallado plaguicidas que no se usan en Chile. Creemos que son los que emplean para erradicar plantaciones de coca".

--
Nelson Carrillo Rios.
Periodista
Asesor Comunicacional CONACE, Región de La Araucanía.
Fono: (45) 95 50 30 - Cel: 977 941 09
Email: ncarrillor@conace.gob.cl; cc: comunicacionesaraucania@gmail.com
==
Este mensaje puede contener información PRIVILEGIADA y/o CONFIDENCIAL. Si usted no es el destinatario previsto queda prohibido cualquier uso, difusión, acceso o copia de esta comunicación.
El poseedor de esta cuenta es Periodista y la puede utilizar para el envio de noticias a todos los medios, sin que por ello signifique vínculo laboral o ideológico alguno.

jueves, 6 de agosto de 2009

¿Por qué el cannabis afecta a la memoria?

¿Por qué el cannabis afecta a la memoria?

La sustancia activa del cannabis, el THC, actúa sobre un área del hipocampo cerebral relacionada con la memoria y la representación espacial.

Por Cristina de Martos, sección Salud, ElMundo.es

Madrid.- Que el consumo de marihuana y sus derivados provoca problemas de memoria es algo bien sabido. Sin embargo, el proceso concreto desencadenado por el tetrahidrocannabinol, el principio activo de esta planta, era una incógnita. Un grupo de investigadores de la U. Pompeu Fabra de Barcelona detalla en el último número de la revista 'Nature Neuroscience' su acción en el cerebro.

El proceso de adquisición de memorias, ya sea de conocimientos, valores, experiencias o habilidades, se divide en diferentes fases:
1. Primero, nos exponemos a aquello que vamos a aprender: la capital de Burkina Faso, cómo se usa un cuchillo...;
2. Luego, en nuestro cerebro tiene lugar el proceso de consolidación, unas 24 horas después. Si éste no sucede, entonces, no recordaremos.

Los descubrimientos realizados por Andrés Ozaita y Rafael Maldonado, especialistas en neurofarmacología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la universidad barcelonesa, sugieren que el conocido efecto deletéreo de los cannabinoides sobre la memoria se debe, precisamente, a la interrupción del proceso de consolidación.

"Los animales a los que les administramos delta-9-tetrahidrocannabinol [THC] después de haber 'aprendido' una tarea no lo recordaban un día después", ha explicado a elmundo.es Ozaita. "Eso quiere decir que la exposición a estas sustancias interfiere en la consolidación de la memoria", añade el investigador.
Una compleja cascada de acontecimientos

El THC es una sustancia que pertenece a la familia de los cannabinoides. En nuestro cerebro existe un sistema que funciona con moléculas del mismo 'linaje', el endocannabinoide, que "interviene cuando es necesario disminuir el nivel de excitación neuronal", señala Ozaita. Para realizar su misión, estas moléculas se unen a los receptores cannabinoides (CB).

La sustancia activa del cannabis, el THC, actúa sobre los CB1, situados en unas neuronas del hipocampo, estructura relacionada con la memoria y la representación espacial. Cuando los cannabonoides se unen a los receptores de las interneuronas gabaérgicas, nombre concreto de estas células nerviosas, causan la activación de una vía de señalización molecular involucrada en el control de la síntesis de proteínas.

"La hipótesis de nuestro trabajo era que el incremento anómalo de la síntesis de proteínas en las sinapsis podía causar los problemas de memoria", señala Ozaita. Y sobre ella dispusieron sus experimentos, que confirmaron que la activación excesiva de la vía molecular mTOR, provocada por el THC, está asociada con déficits en la memoria.

En el futuro, este equipo científico planea estudiar los efectos de la exposición crónica a esta sustancia, "comprobar si a largo plazo se produce tolerancia, como ocurre con los opioides" y "descubrir la relación exacta entre el sistema endocannabinoide y la memoria", concluye este investigador.

Fuente: http://www.conacedrogas.cl/inicio/noticias2.php?id=2679&noticias=1



--
Nelson Carrillo Rios.
Periodista
Asesor Comunicacional CONACE, Región de La Araucanía.
Fono: (45) 95 50 30 - Cel: 977 941 09
Email: ncarrillor@conace.gob.cl; cc: comunicacionesaraucania@gmail.com
==
Este mensaje puede contener información PRIVILEGIADA y/o CONFIDENCIAL. Si usted no es el destinatario previsto queda prohibido cualquier uso, difusión, acceso o copia de esta comunicación.
El poseedor de esta cuenta es Periodista y la puede utilizar para el envio de noticias a todos los medios, sin que por ello signifique vínculo laboral o ideológico alguno.